viernes, 1 de mayo de 2015

Trabajadores con derechos

La celebración, este 1 de mayo, del Día del Trabajador deja poco motivo para celebrar. Cuando se han cumplido tres años de la reforma laboral del PP, el paisaje es desolador: tenemos más de 5,4 millones de personas que quieren trabajar y no pueden; más de 2,3 millones de españoles con más de dos años en el paro; más de dos millones de jóvenes menores de 34 años sin trabajo; más de 2,6 millones de mujeres paradas; y, lo que es más terrible, casi 4 millones de parados que no reciben ninguna prestación.

La recuperación de la que presume el PP es un espejismo: en España no se está creando trabajo, lo único que está ocurriendo es que el que había se está repartiendo, de mala manera, con contratos a tiempo parcial.

Para empezar a salir de este pozo sin fondo hacen falta dos medidas, y hace falta tomarlas de manera inmediata. La primera es derogar la reforma laboral del PP, algo que los socialistas llevamos tres años pidiendo y que nos hemos comprometido a hacer en cuanto gobernemos. La segunda es aprobar un nuevo Estatuto de los Trabajadores, que recupere el sentido original del texto, constituyéndose como una carta de derechos.

Los trabajadores necesitan recuperar urgentemente los derechos que el Gobierno les ha arrebatado. Es necesario incluir en el Estatuto de los Trabajadores derechos tan básicos como la seguridad y la salud en el trabajo, el secreto de las comunicaciones y el derecho a la propiedad intelectual.

Además, hay que acabar con la precariedad. Se tiene que poner punto y final a la figura de los falsos autónomos y a las becas que encubren puestos de trabajo reales. Hay que reducir las tasas de temporalidad, pero para ello la solución no es el llamado ‘contrato único’, que lo que se esconde detrás es el deseo de convertir todos los trabajos en temporales y precarios. Por el contrario, deben crearse tres modalidades de contrato: el indefinido para puestos estables, el contrato temporal para trabajos que no duren más de un año y el contrato de relevo y formación.

Otra cuestión pendiente es avanzar en la igualdad en el trabajo. Hombres y mujeres no pueden cobrar cantidades distintas por el mismo trabajo, como tampoco puede haber diferencias entre los trabajadores de una empresa principal y una subcontrata. A igual trabajo, igual salario.

Con estas reivindicaciones conmemoraremos los socialistas este 1 de Mayo, confiando en que el tiempo del cambio esté cerca.

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