El lema elegido por el PSOE para la campaña electoral que hoy termina, ‘Gobernar para la mayoría’, condensa lo que los socialistas defendemos que hace falta en este país para enfrentar el futuro: gobiernos que miren por las personas.
La distancia entre los cargos del PP y los ciudadanos de a pie resulta ya insalvable. La mayoría de la gente no tiene cuentas en Suiza, ni un ejército de abogados a su disposición, ni una lista de contactos que les consigan un contrato. La mayoría de la gente madruga cada día, se esfuerza por sacar adelante a su familia como puede y sabe perfectamente el dinero que le queda en la cuenta. Y es para esa mayoría para la que vamos a gobernar los socialistas.
En el lado opuesto está Rajoy, que lleva casi cuatro años gobernando para unos cuantos: los que pudieron acogerse a la amnistía fiscal, los que no han pasado nunca estrecheces. El único rescate que se hizo en este país fue para los bancos. Mientras tanto, los ciudadanos de a pie han sido el blanco de durísimos recortes. Cuando peor nos iba, el Gobierno del PP nos hundió todavía más.
Los alcaldes del PP, que ahora pretenden escaparse de rositas, tienen mucho que ver con esos recortes, porque los han avalado: con su silencio, con sus aplausos o incluso votando directamente a favor, como ha sido el caso de los alcaldes que son diputados y senadores –el de Almería, el de Gádor y el de Cuevas del Almanzora–.
Nos dijeron que si nos apretaban el cinturón vendría la recuperación económica, pero también ahí nos mintieron. La recuperación no está por ninguna parte: los niveles de paro siguen siendo vergonzosos y millones de familias siguen pasándolo mal.
La receta del PP ha fracasado. Gobernar para los que son ricos con obscenidad no nos ha llevado a ninguna parte. Por eso hay que volver la vista de nuevo hacia las personas. En Andalucía, hemos visto que se puede hacer. Ante los recortes en salud del Gobierno central, Susana Díaz puso encima de la mesa dinero para contrarrestar los copagos. Ante los recortes en dependencia, aumentamos la financiación autonómica. Ante la negativa a poner en marcha un plan de empleo para Andalucía, la Junta promovió sus propios planes.
Necesitamos gobiernos que se ocupen de las personas. Y eso es lo que ofrecemos los socialistas. No somos nuevos en esto: tenemos el aval de lo que hemos hecho hasta ahora. Por eso, votar PSOE este domingo es garantía de futuro.
La distancia entre los cargos del PP y los ciudadanos de a pie resulta ya insalvable. La mayoría de la gente no tiene cuentas en Suiza, ni un ejército de abogados a su disposición, ni una lista de contactos que les consigan un contrato. La mayoría de la gente madruga cada día, se esfuerza por sacar adelante a su familia como puede y sabe perfectamente el dinero que le queda en la cuenta. Y es para esa mayoría para la que vamos a gobernar los socialistas.
En el lado opuesto está Rajoy, que lleva casi cuatro años gobernando para unos cuantos: los que pudieron acogerse a la amnistía fiscal, los que no han pasado nunca estrecheces. El único rescate que se hizo en este país fue para los bancos. Mientras tanto, los ciudadanos de a pie han sido el blanco de durísimos recortes. Cuando peor nos iba, el Gobierno del PP nos hundió todavía más.
Los alcaldes del PP, que ahora pretenden escaparse de rositas, tienen mucho que ver con esos recortes, porque los han avalado: con su silencio, con sus aplausos o incluso votando directamente a favor, como ha sido el caso de los alcaldes que son diputados y senadores –el de Almería, el de Gádor y el de Cuevas del Almanzora–.
Nos dijeron que si nos apretaban el cinturón vendría la recuperación económica, pero también ahí nos mintieron. La recuperación no está por ninguna parte: los niveles de paro siguen siendo vergonzosos y millones de familias siguen pasándolo mal.
La receta del PP ha fracasado. Gobernar para los que son ricos con obscenidad no nos ha llevado a ninguna parte. Por eso hay que volver la vista de nuevo hacia las personas. En Andalucía, hemos visto que se puede hacer. Ante los recortes en salud del Gobierno central, Susana Díaz puso encima de la mesa dinero para contrarrestar los copagos. Ante los recortes en dependencia, aumentamos la financiación autonómica. Ante la negativa a poner en marcha un plan de empleo para Andalucía, la Junta promovió sus propios planes.
Necesitamos gobiernos que se ocupen de las personas. Y eso es lo que ofrecemos los socialistas. No somos nuevos en esto: tenemos el aval de lo que hemos hecho hasta ahora. Por eso, votar PSOE este domingo es garantía de futuro.
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