sábado, 5 de octubre de 2013

Sin dinero, con maldad


“No hay dinero”. La frase es del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, y pretendía servir para justificar que en las cuentas del Estado para 2014 no se cumpla con Andalucía, que debería de recibir el 17,9 por ciento del total de inversiones previstas para el país teniendo en cuenta su población.


Y añado yo: Vamos, que la derecha de este país no tiene dinero pero lo que sí tiene es mucha maldad. No hay que ser un erudito para saber que haya poco o mucho contante y sonante, las normas están para cumplirlas y tiene que repartirse con equidad. Los andaluces no queremos ser, en nada, más que nadie en España pero el PP tiene que enterarse de que tampoco queremos ser menos y que, por eso, los socialistas luchamos día a día por lo que nos corresponde.

En este caso nos tocan, directamente, 743,1 millones de euros más de los que el PP nos ha asignado en sus dos últimos presupuestos nacionales por el cumplimiento de la Disposición Adicional Tercera del Estatuto de Autonomía que establece, exactamente, que la inversión del Estado será equivalente al peso poblacional de la comunidad y que, además, vienen a sumarse a otros 1.500 millones reconocidos por el anterior gobierno socialista por el mismo concepto y que Rajoy se niega a pagar.

¿Saben ustedes lo que podría hacerse con esa cantidad de dinero? Para empezar, sería más fácil garantizar la prestación de unos servicios básicos, como la educación o la sanidad, que se están viendo atacados por todos los frentes por los recortes del PP a nivel nacional. Porque, aunque el silencio cómplice de los parlamentarios populares pretenda ocultarlo, la realidad es que las comunidades no tienen recursos propios para financiar todas las competencias asumidas.

Con una escasa capacidad recaudatoria, que acapara en su mayor parte el Estado, siempre estaremos pendientes de unas transferencias desde Madrid a Sevilla dirigidas a las diferentes políticas a desarrollar. Y si estas son utilizadas ideológicamente por el PP para asfixiar a aquellas regiones que no le bailan el agua, imaginen las dificultades en las que nos colocan. Aunque eso ni le va ni le viene al PP de Almería, que seguirá pidiendo desde la demagogia a la Junta de Andalucía que se ejecuten proyectos para los que, ya lo ha dicho Montoro, no mandarán dinero.

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