Pueblos a concurso

Los alcaldes socialistas andaluces, entre ellos un nutrido grupo de Almería, están encabezando una justa reivindicación para todos los que somos y vivimos en pueblos. La lógica llevaría a pensar que aspiran a nuevos logros pero las decisiones demenciales del PP en el Gobierno de España les han llevado a todo lo contrario, como pasa en otros tantos asuntos: Luchan para conseguir que, al menos, les dejen como están.

El PP, como vengo explicando en esta columna, se ha empeñado en desmantelar los ayuntamientos. Literalmente, van a sacar los pueblos a concurso a través de una reforma local que, por no contar, no cuenta ni con el apoyo de los suyos. Nunca hubo tanta unión sobre un tema, aunque muchos no se atrevan a decirlo en voz alta.

Junto a los alcaldes y, sobre todo, junto a los ciudadanos a los que representan –a los que el PP trata con el desprecio de quienes los creen tontos pueblerinos- estamos todos en el PSOE. Por ello, el pasado jueves, con la presencia de parte del grupo de alcaldes almerienses mencionado, el Grupo Socialista en el Parlamento de Andalucía sacó adelante una proposición no de ley en la que desde esta comunidad exigimos al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al que quiere convertirse en el alcalde de España, Cristóbal Montoro, que retiren de inmediato la contrarreforma local planteada.

Ese es el punto de partida para que, entre todos y no desde la prepotencia y unilateralidad del PP, podamos abordar con rigor el diseño de la nueva administración local a la que aspiramos. Pongamos sobre la mesa la financiación necesaria para que los ayuntamientos puedan prestar adecuadamente los servicios que les corresponden –y que la ciudadanía merece, que para eso paga sus impuestos- y empecemos a delimitar con exactitud y buen criterio las competencias que debe asumir cada administración.

El pueblo tiene mucho que decir sobre cómo quiere que sean sus municipios y la gestión que se hace en los mismos. Y el PP tampoco lo permite en este caso. Lejos de abrir puertas y ventanas, fomentando la participación de la gente, la derecha ignora sus opiniones porque, realmente, quienes decidirán en sus municipios vivirán en Madrid –con suerte- o en Berlín –más probablemente-. Por todo esto seguimos peleando, teniendo claro que cuando nos unimos, terminamos ganando.