viernes, 5 de diciembre de 2014

Un trienio fatídico

Se suele decir que el tiempo pasa muy rápido. ¿Qué son 3 años en una vida? Pues nada, dirán ustedes. Pero en el caso al que hoy dedico estas líneas, 3 años han sido una eternidad en la que muchos han estado constantemente mirando el calendario con el único deseo de que los días pasaran lo más rápido posible. El que ha sido capaz de conseguir que la gente quisiera que el tiempo corriera más deprisa ha sido Mariano Rajoy y únicamente con la finalidad de poder librarse de sus políticas, que se han dedicado a complicar la existencia a la gente.

Complicar, de hecho, es un término suave para definir cómo el PP ha amargado el día a día a muchos almerienses. El sufrimiento provocado ha sido constante. Podríamos hablar de infraestructuras –olvidadas durante este fatídico trienio-, o de economía –con una subida del IVA que recordamos en cada compra-, pero esta vez me indigna especialmente la repercusión de la acción de Rajoy en los pilares del Estado del Bienestar, los que nos tienen que garantizar protección, educación y sanidad.

Con grandes mareas protestando en Madrid y en las comunidades gobernadas por la derecha, es fácil imaginar el calvario que muchos estudiantes, enfermos y profesionales han padecido por los recortes del PP. Por suerte, eso no ha sucedido en Andalucía gracias a que la Junta ha ejercido de dique de contención para que no se pudiera tocara lo que es intocable.

Pese a ese esfuerzo andaluz, también en materia de creación de empleo, la crisis ha llevado al paro a miles de personas. ¿Y qué ha hecho el Partido Popular? Pues decidir que no era el momento de pensar en la gente sino de apoyar al sistema financiero. Y así, ni planes específicos de empleo ni ayuda a los pensionistas ni acciones contundentes para evitar los desahucios.

¿Y qué decir de los dependientes? Los que no han sido abandonados por Rajoy, que ha impedido la incorporación de muchos a las ayudas previstas por Ley, se han encontrado con cuidadores que han tenido que dejar de cotizar a la Seguridad Social porque el Estado tampoco los respaldaba más. En este suma y sigue de dolor, con premeditación y alevosía, podríamos emplear todas las columnas del mundo que quisiéramos pero me van a permitir que acabe con una reflexión positiva para levantarnos el ánimo y que pasa por pensar que lo único bueno de los 3 años sufridos es que ya queda solo 1 para hacer que el PP abandone La Moncloa.

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