No es ninguna novedad que el PP se haga el sordo ante las reclamaciones de la sociedad almeriense para poder salir fortalecidos de una crisis que ya ha dejado 130.600 parados y que nos ha situado como la tercera provincia española con más mileuristas entre su población. Pero sí es novedoso que los empresarios, en un gesto sin precedentes, estén poniendo pie en pared y advirtiendo, como hemos venido haciendo los socialistas, de que o el Gobierno se pone las pilas con la puesta en marcha del AVE o nos van a dejar un futuro muy negro.
Y así, empezamos la semana con una cumbre de los empresarios almerienses, andaluces, lorquianos y alicantinos en la que la definición más amable para la situación actual de Almería fue la de aislamiento. Con unos vuelos con precios desorbitados y alejada entre 4 y 6 horas por carretera de ciudades como Sevilla y de Madrid, la Alta Velocidad es más que necesaria para poder lograr más visitantes y desestacionalizar nuestro turismo. Pero también lo es para poder dar una salida rápida a nuestros productos hortofrutícolas y al mármol, además de para conectar con el tráfico portuario.
Las razones para tener el AVE son muchas y los empresarios, que de eso saben un rato, han constatado haciendo números que la línea que lo tiene que traer hasta Almería (atravesando todo el arco Mediterráneo en nuestro país) es muchísimo más rentable que otras que, en estos momentos, está priorizando el Gobierno de Rajoy. Se puede decir más alto pero no más claro: Los intereses electorales y políticos del PP se anteponen a los generales del país cuando hablamos de cómo avanzan los proyectos de AVE.
Desde el PSOE venimos advirtiendo de lo que está ocurriendo y, sobre todo, de que es inaceptable que el Ejecutivo no haya ejecutado los 200 millones previstos en los Presupuestos Generales del Estado de los últimos años a hacer realidad esta infraestructura. También hemos alertado de que la vía única que pretenden imponernos ahora –en lugar de la doble inicialmente prevista-, supondrá un problema de cara al uso futuro de la vía y un agravio comparativo intolerable.
Con esos mimbres, bienvenidos sean todos los que en Almería quieran sumarse a pelear por lo que nos corresponde. Nos estamos jugando mucho en términos de prosperidad y competitividad. Y está claro que solamente conseguiremos que el PP escuche si somos muchos los que hablamos juntos.
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