viernes, 19 de diciembre de 2014

La élite intelectual del PP



A aquellos que siguen esta columna pero no conocen mucho de mi vida fuera del ámbito político me gustaría explicarles hoy para comenzar que soy profesora. Esa experiencia personal ha marcado enormemente mi concepción del mundo y me empuja a defender sin ninguna duda ante el PP en el Parlamento andaluz que la educación es el motor que realmente puede transformar la sociedad.

Y, desafortunadamente, la educación no pasa por su mejor momento en este país debido a las políticas desarrolladas por el PP que, eso sí, han logrado poner en contra a toda la comunidad educativa. Una comunidad que sabe mucho de lo que habla ya que, a diferencia de lo que ocurre en los despachos de La Moncloa, trabaja todos los días en la materia.

El desmantelamiento de la educación pública responde a una acción ideológica por parte del PP que, no se engañen, terminará en el momento en el que ellos, que tradicionalmente han tenido dinero para permitirse la mejor formación privada, vuelvan a ser la élite intelectual a la que nadie pueda rechistar en España, copando los puestos para los que se requiere de mayor cualificación tanto en el Gobierno como en las empresas privadas.

Los cambios introducidos en la educación –con la LOMCE a la cabeza – no son aislados. Pretenden construir un nuevo modelo social, político y económico que camina hacia más capitalismo y más explotación y hacia menos democracia y menos justicia social. Dentro de este plan, un paso fundamental es reducir la cuantía de las becas concedidas por el Estado –más de 400 millones en dos años- y endurecer sus requisitos de acceso.

¿Por qué? Porque se expulsa del sistema educativo a los que tienen menos recursos y más dificultades. Da igual que tengas un 5 y apruebes. Ahora se tiene que estar por encima de eso si uno quiere seguir estudiando, a menos que se tenga dinero. Si es así, no pasa nada, uno sigue adelante con su camino mientras olvida a aquel que se quedó tirado en la cuneta.

Para combatir tan injusta manera de actuar, la Junta de Andalucía ha levantado un dique de contención. Sus becas propias compensan hasta donde pueden la falta de las del Estado y mantener las tasas universitarias con los precios más bajos posibles ha hecho que muchos estudiantes no hayan tenido que renunciar a un futuro mejor. Porque los socialistas tenemos claro que no vamos a permitir que el PP convierta el derecho a la educación en un privilegio.

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