viernes, 3 de octubre de 2014

Más cara que espalda

Han pasado días desde que se conoció que el Tribunal Constitucional respalda la norma andaluza que impide a los alcaldes ser también parlamentarios por la comunidad, algo que no ha sentado nada bien al PP. Y es aunque hablan de regeneración democrática, practican la degeneración democrática y, lejos de entender que los andaluces tienen que tener alcaldes a tiempo completo para atenderles, se han dedicado a ir colocando a los regidores en la Cámara.

Pero, a su pesar, llega la hora de que dejen de acumular cargos y, en este caso, decidan si abandonan el Parlamento o la Alcaldía. Y en esas anda el alcalde de La Mojonera, José Cara, que mientras continúe sin decir lo que va a hacer seguirá insultando a aquellos que confiaron en él cuando acudieron a votar en 2011.

No se entiende su silencio salvo que espere que los mojoneros entiendan que se juega mucho con su elección –entiéndase la ironía- y que este problema se le junta con otro grave: Una querella por presuntos delitos de prevaricación, negociaciones y actividades prohibidas a los funcionarios, falsedad en documento público y malversación por su gestión desde el Ayuntamiento.

Un año y medio han tardado los concejales del PSOE en el municipio en recabar toda la información que sustenta esta denuncia, que se ha elevado al TSJA por la condición de aforado de Cara al ser diputado autonómico. ¿Será el aforamiento una de las razones que le está haciendo decidir tanto lo que hacer con su vida política?

Los socialistas han dedicado todo ese tiempo a la tarea por los obstáculos sistemáticos que el PP les ha puesto para acceder a la información requerida. Transparencia, que le llaman los conservadores a esa manera de actuar. Pero el resultado del arduo trabajo saca a relucir que Cara fue accionista de una filial de Hispano Almería –investigada por presunta financiación ilegal del PP- que se benefició de dos operaciones firmadas con el Consistorio: La enajenación de una parcela municipal y la permuta de unos terrenos municipales por otros de la empresa, lo que supuestamente supuso importantes ganancias a la empresa.

Y eso es solo la punta del iceberg de otras presuntas irregularidades, como impulsar proyectos con informes desfavorables de la secretaria y el interventor municipal o sin disponibilidad presupuestaria. ¿No creen ante este panorama que si Cara está escondido, Amat tendría que hablar y actuar con contundencia?

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