viernes, 17 de octubre de 2014

El impasible Rajoy

Mariano Rajoy viene a Almería. Pero no se hagan ilusiones, no esperen poder decirle unas cuantas verdades a la cara tras encontrarlo paseando por cualquiera de nuestras calles, ya que viene a encerrarse en lugares tan cómodos para él como alejados de la ciudadanía común: Un mitin del PP y un acto de carácter económico.

Así vive Rajoy, apartado de la realidad para no ver el sufrimiento que causa y poder seguir sin remordimientos con su política inhumana de recortes. Para empezar, llegará en avión directo de Italia. De esa manera, no se enterará de lo que cuesta un billete de avión en clase turista entre Madrid y Almería o de que si quisiera llegar en tren tendría que dedicar más de seis horas de su vida al trayecto.

Con estos antecedentes, tendremos que confiar en que sea el sector empresarial el que ponga las cosas claras y le diga que los 100 millones de euros previstos en los Presupuestos Generales del Estado para un ridículo tramo del AVE son, además de insuficientes, los mismos que lleva sin gastarse desde que llegó al Gobierno.

Porque es más que evidente que de quienes no podemos esperar que le expliquen eso o, ni mucho menos, el duro día a día de los 83.000 parados en la provincia es de los dirigentes del PP almeriense y andaluz –empezando por Gabriel Amat y terminando por Juan Manuel Moreno Bonilla-. Son ellos los que, precisamente, evitan por todos los medios mirar a la cara a un colectivo con el que Rajoy se ha ensañado al reducir un 15% la partida anual destinada a sus prestaciones por desempleo.

¿Saben lo que significa eso en Almería? Que mientras que la cifra de parados aumenta –ha subido en 11.000 desde que la derecha gobierna España-, el PP se gastará 36 millones de euros menos en ayudar a los de la provincia. De esta manera, seguirán siendo más y más los que engrosen la lista de los miles que no reciben ningún tipo de prestación y que vienen a contradecir aquello de las raíces vigorosas que Rajoy ve en la economía –salvo que se refiera a la suya, claro-.

Mientras esa terrible situación persiste, sobre el escenario de un céntrico teatro Rajoy abrazará impasible a Amat y a Rodríguez Comendador –el alcalde que se jacta de tener el dinero en el banco mientras que la Junta tiene que financiar una contratación en la capital que él no promueve-. Y acabarán con risas y aplausos para animarse a que la farsa del PP pueda continuar adelante.

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