Durante mi trayectoria he tenido la inmensa suerte de visitar con frecuencia las diferentes comarcas y municipios de la provincia. Y en ese conocimiento directo, siempre me ha maravillado el desarrollo de El Ejido gracias al enorme esfuerzo realizado por su gente en un sector tan duro como el agrícola.
Los ejidenses son el paradigma de cómo uno puede prosperar siendo honesto y trabajador, poniendo toda la energía en sacar fruto de un campo que se resiste a darlo. Por eso es difícil de aceptar que lleven más de 20 años gobernados por personas que, supuestamente, han actuado desde el planteamiento opuesto, dejando la honestidad de lado en su gestión de lo público y aprovechando el campo ajeno para beneficio propio.
Serán los juzgados los que decidan, pero para siempre quedará en la memoria de los ejidenses –y del resto de almerienses, de muchos andaluces y de miles de españoles- la imagen de aquel al que el vicesecretario general del PP, Javier Arenas, considerara como el mejor alcalde de España, Juan Enciso, camino de prisión por su presunta participación en una trama que saqueó 60 millones a las arcas municipales a través de la empresa de servicios Elsur.
Desde entonces, El Ejido no levanta cabeza desde el punto de vista de su reputación. Y, en un intento ciudadano por lograrlo, en las últimas elecciones municipales confiaron la Alcaldía a alguien que también ha salido rana: Francisco Góngora. Miembro del gobierno de Enciso, se limpió esa carga presentándose por el PP, y prometió regeneración y transparencia en un lugar ávido de ellas.
Pero, lamentablemente, la verdad es que también está dando explicaciones ante un juez. En su caso, al parecer, una sociedad de la que era parte compró unos terrenos rústicos a un precio muy bajo en el año 2000 y, dos años después, estos fueron recalificados como urbanizables en un plan de ordenación urbana en el que Góngora trabajó como edil de Urbanismo. La posterior venta de ese espacio supuso, presuntamente y según la denuncia presentada, un beneficio de más de 1,2 millones.
Los casos ejidenses son los más destacados y conocidos de los muchos problemas con la justicia del PP en Almería. Pero la sombra de sospecha dura ya demasiado y sus vecinos, además de sentencias, se merecen ser representados por alguien sobre el que no quepa la menor duda. Y desde aquí les aseguro que, para alcanzarlo, siempre podrán confiar en el PSOE.
Los ejidenses son el paradigma de cómo uno puede prosperar siendo honesto y trabajador, poniendo toda la energía en sacar fruto de un campo que se resiste a darlo. Por eso es difícil de aceptar que lleven más de 20 años gobernados por personas que, supuestamente, han actuado desde el planteamiento opuesto, dejando la honestidad de lado en su gestión de lo público y aprovechando el campo ajeno para beneficio propio.
Serán los juzgados los que decidan, pero para siempre quedará en la memoria de los ejidenses –y del resto de almerienses, de muchos andaluces y de miles de españoles- la imagen de aquel al que el vicesecretario general del PP, Javier Arenas, considerara como el mejor alcalde de España, Juan Enciso, camino de prisión por su presunta participación en una trama que saqueó 60 millones a las arcas municipales a través de la empresa de servicios Elsur.
Desde entonces, El Ejido no levanta cabeza desde el punto de vista de su reputación. Y, en un intento ciudadano por lograrlo, en las últimas elecciones municipales confiaron la Alcaldía a alguien que también ha salido rana: Francisco Góngora. Miembro del gobierno de Enciso, se limpió esa carga presentándose por el PP, y prometió regeneración y transparencia en un lugar ávido de ellas.
Pero, lamentablemente, la verdad es que también está dando explicaciones ante un juez. En su caso, al parecer, una sociedad de la que era parte compró unos terrenos rústicos a un precio muy bajo en el año 2000 y, dos años después, estos fueron recalificados como urbanizables en un plan de ordenación urbana en el que Góngora trabajó como edil de Urbanismo. La posterior venta de ese espacio supuso, presuntamente y según la denuncia presentada, un beneficio de más de 1,2 millones.
Los casos ejidenses son los más destacados y conocidos de los muchos problemas con la justicia del PP en Almería. Pero la sombra de sospecha dura ya demasiado y sus vecinos, además de sentencias, se merecen ser representados por alguien sobre el que no quepa la menor duda. Y desde aquí les aseguro que, para alcanzarlo, siempre podrán confiar en el PSOE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario