Marca Rajoy

En los últimos días estamos asistiendo a un espectáculo de euforia en el PP de Almería y en el PP nacional. Parece ser que el efecto Washington ha recalado en la sede de los populares almerienses y tanto han escuchado al presidente del Gobierno decir en Estados Unidos que España va requetebién, que han terminado por creérselo y han decidido juntarse en un hotel y repetirlo. Y sí, señores, resulta que ahora estamos casi tan bien como antes de que estallara la crisis, según Amat y el alcalde de la capital.

Ante esos modos del PP en Almería, que además de rozar el ridículo suponen un insulto para las miles de personas que siguen pasándolo mal, les pediría que vuelvan de los mundos de Yupi o decidan salir de los límites de los barrios en los que viven –en los que parece que se respira mucha alegría de consumo- para relacionarse con el común de los mortales y terminar por caerse de la burra.

Esto mismo se le tendría que explicar a Rajoy, aunque en este caso quizás si lo hiciéramos en inglés influiríamos más después de ver que lo único a lo que ya aspira es a encontrar un poco de reconocimiento en el exterior –aunque sea por pura cortesía, que es como va esto del protocolo entre países- dado que en España ni lo ha tenido ni va a tenerlo jamás.

Y nadie le ofrece los elogios que desea simplemente porque la ciudadanía, lejos de vivir en la Marca España que tanto le gusta reivindicar al PP, vive en la España de la Marca Rajoy, que es bien pero que bien diferente. La Marca Rajoy, que seguramente también terminará conociendo Obama, pero no a través de su autor sino de alguno de los españoles que viven por allí ante la falta de oportunidades por acá, se caracteriza por el empobrecimiento salarial y el recorte de derechos poniendo como excusa la crisis.

No vayan a creer, que le está costando alimentar su sello propio al presidente, y por eso no deja de pensar en nuevas medidas con las que engordarlo. Una de las últimas consiste en dejar sin tarjeta sanitaria a los parados que hayan agotado sus prestaciones y emigren a otros países a buscar trabajo más de tres meses. Y junto a esa, la reforma de la Ley de Aborto que, imaginen si estamos bien considerados fuera, ayer mismo rechazaron todos los grupos políticos en el Parlamento Europeo y que ni tan siquiera el Popular se atrevió a defender. Una verdadera marca esta de Rajoy, ya lo ven, pero solo para empeorar nuestras vidas.