Las rebajas de Rajoy

Llegan las rebajas, el momento del año preferido por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que cada vez que se atreve a comparecer en persona y no a través de pantalla de plasma es lo que pretende trasladar a quien tenga delante: Una rebaja de su sueldo, de sus derechos, de sus competencias, de lo que sea pero, siempre, con la misma R de rebaja que es la R de recorte.

Y la última que plantea va directamente dirigida a las autonomías a las que, sin consultas previas sobre el texto, invitó a última hora a que acudieran a La Moncloa para conocer los planes que el PP, una vez más, pretende imponerles. A modo de lobo disfrazado con piel de cordero y apelando al consenso, avanzó muy por encima que tienen en mente más de 100 medidas para reformar la Administración y ganar en eficacia. Ideas generales, sin concretar ni lo que pretende ahorrar ni cuántos organismos o empleos pretende suprimir, mientras que sus propios compañeros de filas con responsabilidades de gobierno en Galicia, Madrid o Valencia ya le iban advirtiendo en voz baja que cuando se tocan competencias que no son de uno lo que tiene que hacerse, al menos, es preguntar y tener en cuenta idiosincrasias desconocidas desde aquel en un despacho en el centro de España.

Ante tanto secretismo y falta de información –además de por su precedente de reforma de la administración local-, los socialistas nos tememos mucho que seguramente lo que se desprende de esta nueva propuesta es un desmantelamiento de servicios públicos, despidos masivos de empleados –que se sumarían a los 375.000 perdidos desde que el PP llegó al Gobierno- y el deterioro de la calidad de asistencia a la ciudadanía.

El PSOE apoyará la transformación y mejora de la administración siempre que no se atente contra los servicios ciudadanos ni su calidad. Hablemos de las competencias asumidas por el Gobierno, por la Junta y por los ayuntamientos, claro que sí, pero hablemos también del modo de financiarlas justamente con los impuestos que pagamos todos. Abordemos ese asunto pero con respeto y consideración de iguales, no como el padre autoritario que amonesta a sus hijos rebeldes que gobiernan más allá de Madrid. Y para eso no parece la mejor forma que el asunto se vea sin más en el Consejo de Política Fiscal, el que decide sobre el endeudamiento de las autonomías, con la clara intención de utilizar el dinero como amenaza velada. ¡Cuidado con las rebajas de Rajoy!