Mirar a los ojos

Se escuchan muchas barbaridades a diario que a una hacen que le hierva la sangre. Pero especialmente doloroso es que salgan de la boca de dirigentes de un partido como el PP que, en estos momentos, está en el Gobierno y cuya máxima prioridad debería de ser, lejos de la prima de riesgo, que los ciudadanos y ciudadanas de su país no fuesen cada día más pobres.

A más de un cargo del PP de la provincia me gustaría verlo mirar a los ojos, escuchando desde el corazón, a familias que no tienen ni para comer para comprobar si es capaz de reproducir las barbaridades que sí se atreven a decir públicamente cuando nos los sienten cerca sobre ellos y su situación. Ante esa escena, los insultos por parte del PP que ha recibido Andalucía por promover un plan contra la exclusión social que, entre otras medidas, contemplará un programa de solidaridad alimentaria para asegurar que todos los niños y niñas puedan comer tres veces al día se califican por sí mismos y sólo pueden comprenderse como el alejamiento más cruel entre ellos y la realidad en la que vivimos.

En esta tierra, como en el resto del país, son muchas las familias llevadas a una situación extrema como consecuencia de las políticas económicas y sociales de la derecha. El empobrecimiento de la clase media con la reforma laboral, la reducción de la protección social, el repago sanitario o la brutal subida de impuestos nos ha llevado a situaciones excepcionales que requieren de respuestas extraordinarias, como las que implantamos desde el Gobierno de izquierdas andaluz. Agilizar el acceso a un salario social para personas que ya no pueden cobrar ni el paro, destinar 60 millones a que los ayuntamientos creen empleo o impedir que las personas con riesgo de exclusión puedan ser desahuciadas de sus casas deberían de ser un referente, lejos de un discurso simplista y demagógico, sobre el que el PP a nivel nacional pusiera en marcha una estrategia para combatir la pobreza como le ha exigido el presidente Griñán.

Pero estamos en lo de siempre cuando hablamos del Partido Popular. Les puede el miedo a perder votos. Todos los que les serán negados por la ciudadanía de este país mientras que los andaluces sigamos demostrando que hay alternativa desde la izquierda a la salida de la crisis y a la destrucción de derechos que nos imponen. La mejor respuesta a sus insultos será esa, promoviendo una dignidad y una justicia social que todos y cada uno de los almerienses nos merecemos.