sábado, 25 de mayo de 2013

Lecciones de vida


Decidir nos hace libres a todos, pero especialmente a las mujeres, que hemos tenido que reivindicar serlo y que, ahora, tenemos el deber de defender cada uno de los derechos que tantos años de lucha nos han costado adquirir a pesar de estar a años luz de disfrutar de una igualdad real.


Pero en las filas del PP, lamentablemente también entre muchas mujeres que militan en ese partido, no se comparte esa reflexión. Llamativamente menos aún cuando hablamos de la interrupción de un embarazo no deseado. Gallardón, el lobo disfrazado de cordero durante mucho tiempo dentro de la derecha de este país, está tomando con fuerza posiciones –nunca ocultó que le gustaría trepar hasta lo más alto posible en política- y para ello se ha aliado, nada más y nada menos, que con los obispos de este país para abrir un debate social entorno al aborto que no existe realmente en la sociedad.

Con tales consejeros, probablemente los nombres y apellidos que han asesorado al ministro Wert sobre la reforma educativa y el papel principal que debe jugar la religión católica en la misma, no es de extrañar que el PP llegue al extremo de querer prohibir el aborto en los casos de graves malformaciones en el feto. Simplemente, han perdido todo respeto hacia la autonomía de las mujeres que, bajo su óptica conservadora, se han emancipado demasiado durante gobiernos progresistas en lugar de replantearse su verdadero papel dentro de la familia y de la sociedad como ejemplares sufridoras.

Imponer las restricciones que pretende el PP a la interrupción del embarazo no va a acabar con el problema. Naciones Unidas ha constatado en informes que las regulaciones restrictivas no hacen bajar el número de abortos sino disparar los abortos inseguros y fomentar la diferencia entre las mujeres con más poder adquisitivo , que irán a otros países a abortar, y las que menos recursos tienen, abocadas a intervenciones clandestinas de riesgo.

Por todo ello, las mujeres y los socialistas tendremos que explicar a Rajoy y a Gallardón que abortar es una decisión muy difícil para toda mujer, que requiere de ayuda profesional y de comprensión. Les exigiremos que retiren una Ley que nos hace retroceder a tiempos pasados. Y les recordaremos a Gallardón y a Rajoy que ninguno tiene la más mínima autoridad ética para darnos lecciones de defensa de la vida a quienes precisamente la damos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario