viernes, 15 de junio de 2012

El exitazo de Rajoy


La mayoría de los ciudadanos y ciudadanas españoles ha oído hablar del rescate de la UE a Grecia, Irlanda y Portugal gracias a los medios de comunicación, pero las condiciones impuestas a cada país para esta operación no las tiene tan claras la opinión pública. Así es como nos enfrentamos al rescate comunitario de nuestro sistema financiero: con más dudas que certezas y con un presidente del Gobierno que se esconde, que se niega a llamar a las cosas por su nombre, tal y como prometía - al pan, pan y al vino, vino - y que intenta convencernos de que este rescate es una buena noticia para el país. Todo un éxito, vamos.

Lo que quieren y merecen los españoles es a un Presidente y a un Gobierno que dé la cara ante ellos y que explique de forma clara qué medidas va a conllevar este rescate bancario, cuáles de ellas van a afectarles y qué líneas rojas no se van a rebasar. Se habla de que estas medidas afectarán al IVA, las pensiones, la sanidad, la educación y el desempleo, pero no hay ninguna concreción del Ejecutivo de España al respecto, lo que acrecienta los malos presagios. La economía española con Rajoy parece secuestrada en lugar de rescatada y, como en cualquier secuestro, la falta de comunicación no trae buenos augurios.

Para el PSOE, el principal partido de la oposición en España, los servicios públicos del Estado del Bienestar y las prestaciones sociales para desempleados deben ser intocables. La ciudadanía nos exige a los responsables públicos, ahora más que nunca, ser capaces de acercar posturas en un gran pacto político para sacar a España de la situación en que se encuentra de la mejor manera posible y siempre defendiendo el interés general de la ciudadanía, que está asumiendo las consecuencias de un problema que no ha generado.

Los bancos y cajas que reciban dinero del rescate han de comprometerse con la sociedad y apoyarla. Las condiciones actuales para las personas que no pueden pagar sus hipotecas, o para los que han adquirido acciones preferentes, necesitan ser replanteadas por nuestro sistema financiero, que también tiene que facilitar a pequeñas y medianas empresas y emprendedores el acceso al crédito.

La operación de rescate bancario ha de ser útil a la sociedad para reactivar la economía y el empleo y no sólo puede servir a la banca española. El Gobierno central tiene que asumir su responsabilidad y aprovechar el rescate bancario, que obligará a la ciudadanía a responder de la devolución y al pago de los intereses de los 100.000 millones de euros prestados a España.

Los ciudadanos y ciudadanas españoles también esperan ser rescatados por el Gobierno central, por un Gobierno cuyo presidente no puede continuar ausente ante un país lleno de incertidumbre sobre su futuro económico.

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