viernes, 27 de febrero de 2015

28 F: Mucho que decir

Este fin de semana, que ya tenemos prácticamente encima, los andaluces estamos de celebración. El 28 de febrero de 2015 hará 35 años que manifestamos de manera rotunda nuestro anhelo como pueblo por alcanzar la autonomía plena.

Como bien recuerda la Declaración Institucional con motivo del 28-F realizada por la Junta de Andalucía, los andaluces decidimos ese día de 1980 cambiar la historia de nuestra tierra. Y eso ha hecho posible que hayamos sido dueños de nuestro día a día, no sin dificultades, convirtiendo a Andalucía en una tierra de oportunidades y de igualdad, lejos del subdesarrollo en el que por entonces estaba sumergida.

Las variables a considerar para medir nuestra impactante evolución son muchas. Pero quizás las más llamativas, en un momento en el que tanto una como otra están siendo especialmente atacadas desde el Gobierno de Rajoy, pasan por la educación y por el papel de la mujer en la comunidad. Hemos llegado, pese a partir de unas condiciones peores que otras regiones, a niveles similares de estudiantes universitarios -230.000 en la actualidad frente a los 90.000 de los años 80- y de mujeres trabajadoras o que cuentan con estudios superiores.

Pero, aunque hayamos conseguido mejorar mucho, el camino que tenemos por delante para conseguir una comunidad dominada por la justicia social es aún muy largo. Los andaluces seguimos teniendo mucho que decir, tanto como en 1980, sobre el futuro al que aspiramos. Pero, en esta ocasión, cuando podremos refrendar que no queremos ser ni menos ni más que ningún otro español y demandar lo que nos corresponde y nos niega el Gobierno de Rajoy, será un 22 de marzo.

Llegará entonces la hora de que cada uno de nosotros se vuelva a posicionar de lado de una autonomía que, pese a la crisis, no ha renunciado a su bandera de la igualdad, o de lado de quienes ya en 1980 no sintieron ni defendieron a Andalucía. Los socialistas, sinceramente, creemos que el viaje que emprendimos hace 35 años no puede dar marcha atrás y confiamos en que una amplia mayoría respalde a quienes defendemos la Ley de Dependencia frente a quienes quieren desmantelarla, a quienes defendemos que a la gente no se la eche de su casa frente a quienes rescatan a los bancos y a quienes garantizamos una sanidad y una educación pública frente a quienes las ven como un nuevo nicho de mercado por explotar.


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