viernes, 28 de febrero de 2014

28-F, ¡levantaos!

Hoy hace 34 años que los andaluces unimos nuestro futuro a una autonomía plena, al deseo de construir una Andalucía más fuerte, justa y solidaria. Aspiramos entonces a la región actual, en la que ese espíritu del 28-F sigue vivo. No tengo la menor duda de que, además, muchos de ustedes habrán escuchado estos días nuestro himno, del que destaca que mantiene plena vigencia en la actual situación que vivimos.

Con un Gobierno del PP en Madrid que asfixia económicamente al gobierno andaluz –únicamente por el hecho de no haberse hecho con el poder en las últimas elecciones autonómicas-, se hace necesario volver a entonar ese ¡Andaluces, levantaos! que nos coloca del lado de la dignidad y del trabajo por un futuro mejor que el que nos ofrece la derecha de este país.

A ese espíritu de rebeldía, desde el convencimiento de que existen alternativas a los recortes y las reformas ideológicas del PP, responde cada una de nuestras negativas a aceptar en Andalucía las imposiciones de medidas contra las personas de Rajoy. Esa actitud nos lleva, por ejemplo, a proteger a los andaluces de los desahucios, a garantizar la sanidad pública y gratuita a toda la población o a acudir a los tribunales para tratar de evitar el regreso a una educación en blanco y negro.

Y en esa línea, este 28-F debe de convertirse también en una jornada de defensa de los pueblos frente a la reforma local del PP que deja a sus ayuntamientos –especialmente a los más pequeños- sin competencias y alejará a sus habitantes de las soluciones a sus problemas y de la prestación de servicios sociales. En justa reciprocidad al papel crucial que jugaron los ayuntamientos en la consecución de la autonomía de Andalucía, corresponde ahora a la comunidad autónoma defender la democracia municipal.

Y eso es lo que precisamente hacen tanto la Junta de Andalucía como el Parlamento regional con la presentación de dos recursos de inconstitucionalidad a esta normativa antimunicipalista por su invasión de las competencias reflejadas en el Estatuto de Autonomía. La derecha persigue un cambio de modelo de Estado, dejando a los consistorios como oficinas mientras que sobrecarga a las comunidades con las competencias que les quita pero sin la financiación necesaria para asumirlas. Estarán conmigo en que con este panorama los andaluces tendremos que seguir apelando en este 28-F a pelear por nuestra tierra y por nuestra libertad.

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