viernes, 13 de diciembre de 2013

El PP contra el pueblo



El rodillo del PP amenaza de nuevo. En unos días su mayoría absoluta, esa en la que se escuda frente a la mayoría real, la de la calle, a la que no quiere escuchar, volará el primer puente de la democracia que suponen en la actualidad los ayuntamientos.


Mi afirmación puede sonar dura pero la realidad nos demuestra que la derecha de este país hace que los socialistas nos podamos quedar incluso cortos cuando advertimos a la ciudadanía de las consecuencias de unas políticas diseñadas en exclusiva por y para ellos –perdón, extiéndase a sus amigos también-.

Será el lunes, previsiblemente, cuando el Senado respalde una reforma de la Administración Local que no contenta a nadie, ni tan siquiera a los alcaldes del Partido Popular aunque con su silencio sean cómplices del final de sus ayuntamientos, y que el Congreso ratificará de inmediato.

Dirán los populares, como ya hacen algunos de sus destacados dirigentes por Almería, que son mayoría los que votan a favor de esta reforma pero lo que no dirán es que son únicamente los suyos y que se han quedado más solos que nunca por modificar la vida básica en los municipios sin ningún acuerdo político y sin ningún apoyo social.

El ministro de Hacienda y próximo alcalde de España, Cristóbal Montoro, quiere dar fin a su persecución, ahora que está lanzado en esta práctica, antes de que llegue la Navidad y que los turrones y el cava –quien pueda permitírselos, claro, dadas las altas cifras de paro que no se dedica a combatir con la energía que pone en otros asuntos- hagan olvidar a la gente momentáneamente todo lo terrible que está sucediendo.

Otra cosa no, pero listos para estas estrategias burdas son un rato en el PP. Y con el calor de agosto y el espíritu navideño han llegado algunas de sus contrarreformas más duras, incluida esta. Todos los partidos de este país, salvo el Partido Popular, han alertado de las consecuencias nefastas que la norma tendrá para los municipios y sus habitantes. Para todos en Almería, excepto para el presidente de la Diputación Provincial, Gabriel Amat, y las empresas a las que decida derivar la prestación de servicios gestionados hasta ahora por cada localidad.

En esa apuesta por la recentralización y la privatización, usted pierde y el PP siempre gana. Usted pierde una atención inmediata allá donde vive y los populares ganan más poder. Prepárense para el regalo navideño, que viene para quedarse.

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