El 8 de marzo es inevitable que dedique estás líneas a hablar sobre la mujer y sobre su situación en estos momentos. Desafortunadamente, la posición entre hombres y mujeres sigue siendo desigual pero lo más destacado en la actualidad ya no es esa dura realidad si no que lejos de avanzar en una meta tan justa, estamos dando pasos atrás en el camino recorrido gracias a las decisiones políticas tomadas por el PP. Estamos andando hacia la precariedad ya que los recortes en educación, sanidad y dependencia lastran la igualdad que merecemos. La conciliación está retrocediendo mientras que aumenta la preocupación de los españoles por la brecha salarial.
El resultado de las medidas de austeridad tiene rostro femenino como evidencia el último Eurobarómetro sobre desigualdades de género publicado. Los resultados son alarmantes ya que reflejan que los avances en igualdad logrados durante décadas están amenazados en unos casos y directamente liquidados en otros. La ciudadanía, más allá de la lógica preocupación por el empleo o el acceso de los jóvenes a su primer trabajo, debe de reconocer la igualdad como un problema grave en el que implicarse y trabajar. Todos debemos algo a una mujer: A nuestras abuelas, madres, hermanas, a compañeras de trabajo que son ejemplo de profesionalidad y comparten sus conocimientos…. Y que lo han dado todo sin ser reconocidas como merecen en muchísimos como casos ni por la propia familia, ni por sus empresas y, ahora, ni por el Estado que se supondría que tendría que velar por sus derechos.
Más que nunca, con el panorama en el que nos movemos, las almerienses tenemos que seguir reivindicando el papel que nos corresponde y que tener claro que la crisis no se soluciona creando ciudadanos de primera y ciudadanas de segunda. La salida a la actual situación económica será mucho peor de lo que podemos imaginar si, directamente, se renuncia al conocimiento y preparación de la parte mayoritaria de la población que representamos las mujeres.
Este 8-M os animo a que, como desde el PSOE de Almería haremos, transmitamos alto y claro que no estamos dispuestas a ser las grandes víctimas de los recortes por seguir siendo más vulnerables que los hombres. Repitamos el mensaje, que tanto molesta a la derecha de este país, que la época a la que el PP pretende hacernos retroceder, encerraditas en casa y cuidando de la familia, forma parte de un pasado al que nadie, por mucha mayoría absoluta que tenga, puede imponernos.
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