Con la excusa de la crisis y de la herencia, la derecha está hundiendo literalmente a este país en la miseria social y laboral más absoluta, con una involución en los derechos de las personas cuyo alcance aún no somos capaces de interiorizar. La ciudadanía, con la entrada del mes de septiembre, con una nueva subida de impuestos, comienza a estar noqueada, presa del pánico y asqueada de las puestas en escena del Partido Popular. Se quedan tan tranquilos hablando de radicalidad, de entreguismo, pero por “dios bendito” -que dicen en mi pueblo- ¿cuándo han puesto sobre la mesa la defensa de los intereses de Andalucía y de los andaluces?
Sin inmutarse, el nuevo líder de la derecha Andaluza, Juan Ignacio Zoido, pone en duda la deuda de nuestra Comunidad sin caer en la cuenta de que también está poniendo en cuestión al Gobierno de la Nación, que dio por buena la cifra en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. La deuda por habitante de Andalucía es justo la mitad que la del resto de regiones y Zoido, aunque le cueste, debería poner todo su empeño para que el Ejecutivo central reconsidere la limitación de endeudamiento a Andalucía, lo que supondría no tener que hacer un recorte de más de 2.700 millones en los Presupuestos de 2013. Debería esta derecha andaluza dedicarse a trabajar por el bien de los andaluces, de los almerienses, para pedir al gobierno de Rajoy unas condiciones justas, ni más ni menos que nadie, sólo justas.
Son estos ataques permanentes, entre muchos otros, del ejecutivo de Rajoy a Andalucía durante los cien primeros días del Gobierno andaluz los que han impedido a nuestra Comunidad avanzar más de lo que se ha hecho en la hoja de ruta trazada en el acuerdo programático firmado entre PSOE-A e IULV-CA.
La ciudadanía no se merece las miserias a las que le somete las soluciones articuladas desde el gobierno del PP para -eso dicen- salir de la crisis, como la reforma laboral que manda más personas al paro (ahí están los datos del pasado mes, 787 parados más en Almería en agosto y 5000 más que hace un año) el repago sanitario que penaliza a los que menos tienen y están más enfermos; con una subida de impuestos que asfixia a las familias o con el desmantelamiento del Sistema Nacional de Dependencia que destruye derechos personales básicos. No es, por lo tanto, una exageración hablar de miseria cuando observamos el desolador escenario en el que nos movemos. Nadie puede entender la desprotección que las familias españolas tienen en un momento tan difícil, el panorama que se encuentran para afrontar el día a día, con la reducción de becas, la disminución del número de profesores, las restricciones a la percepción de la ayuda del programa Prepara… Todo ha ido a peor desde que gobierna Rajoy.
Sin inmutarse, el nuevo líder de la derecha Andaluza, Juan Ignacio Zoido, pone en duda la deuda de nuestra Comunidad sin caer en la cuenta de que también está poniendo en cuestión al Gobierno de la Nación, que dio por buena la cifra en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. La deuda por habitante de Andalucía es justo la mitad que la del resto de regiones y Zoido, aunque le cueste, debería poner todo su empeño para que el Ejecutivo central reconsidere la limitación de endeudamiento a Andalucía, lo que supondría no tener que hacer un recorte de más de 2.700 millones en los Presupuestos de 2013. Debería esta derecha andaluza dedicarse a trabajar por el bien de los andaluces, de los almerienses, para pedir al gobierno de Rajoy unas condiciones justas, ni más ni menos que nadie, sólo justas.
Son estos ataques permanentes, entre muchos otros, del ejecutivo de Rajoy a Andalucía durante los cien primeros días del Gobierno andaluz los que han impedido a nuestra Comunidad avanzar más de lo que se ha hecho en la hoja de ruta trazada en el acuerdo programático firmado entre PSOE-A e IULV-CA.
La ciudadanía no se merece las miserias a las que le somete las soluciones articuladas desde el gobierno del PP para -eso dicen- salir de la crisis, como la reforma laboral que manda más personas al paro (ahí están los datos del pasado mes, 787 parados más en Almería en agosto y 5000 más que hace un año) el repago sanitario que penaliza a los que menos tienen y están más enfermos; con una subida de impuestos que asfixia a las familias o con el desmantelamiento del Sistema Nacional de Dependencia que destruye derechos personales básicos. No es, por lo tanto, una exageración hablar de miseria cuando observamos el desolador escenario en el que nos movemos. Nadie puede entender la desprotección que las familias españolas tienen en un momento tan difícil, el panorama que se encuentran para afrontar el día a día, con la reducción de becas, la disminución del número de profesores, las restricciones a la percepción de la ayuda del programa Prepara… Todo ha ido a peor desde que gobierna Rajoy.
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