sábado, 15 de septiembre de 2012

El valor de la Política


Mirando cómo la derecha de este país nos hunde cada vez más en la crisis, donde cada una de las decisiones que toman Rajoy y su séquito de involución supone otro motivo para seguir reduciendo las posibilidades de superar el déficit, de reactivar la economía, de consolidar las autonomías y la equidad territorial, que es la base de la Igualdad de Oportunidades, es cuando se puede reflexionar sobre el valor de la política.

Y esto no son sólo palabras, es una lucha continua. En este parto de nueve meses del PP, del monstruo de la miseria en la que se están sumiendo las familias, el PSOE abandera una oposición útil, proponiendo ideas y apoyando todo aquello que beneficia al país, pero oponiéndose con toda su fortaleza a las cosas que el Gobierno hace mal y perjudican a quienes peor lo están pasando en esta crisis.

Un ejemplo de esto ha sido el Plan Prepara. La formación conservadora mostró poca voluntad de continuar con la ayuda de 400 euros en votaciones y preguntas parlamentarias, aunque el PSOE no cejó en su empeño, movilizando a la ciudadanía, hasta conseguir la prórroga. Así las cosas, la derecha no ha tenido más remedio que reconsiderar su postura inicial pero, cómo no, poniendo condiciones de humillación y ataque a los más necesitados.

Tanto ha hablado la derecha de la herencia de los socialistas para desprestigiar precisamente el valor de la forma de hacer Política, que ahora toca hablar de ese valor. Durante los 4 primeros y durísimos años de esta crisis, el Gobierno socialista, antes de la “era Rajoy”, consiguió evitar la intervención. El PP recibió un país que se financiaba por sí mismo y con 20 puntos menos de deuda pública que la media del resto de los países de la UE; un país con la prima de riesgo 100 puntos por debajo de la de Italia y todo ello mientras otros países tenían que recurrir al rescate. El pasado mes de junio, la prensa internacional desacreditó unánimemente a Rajoy por utilizar eufemismos como “línea de crédito” para evitar reconocer que España había solicitado un rescate financiero a la UE. Ahora, intentan acuñar lo del rescate suave pero no hay rescate suave, ni light, ni mediopensionista. O hay rescate o no lo hay. Y si lo hay, supondrá que España pierda soberanía y capacidad de tomar decisiones libremente, tan fundamentales como establecer la distribución del Presupuesto del Estado cada año. El país estaría obligado a destinar la mayor parte de lo que produzca en los próximos años a pagar deuda, pero no para rescatar de la miseria a las familias o para fortalecer derechos básicos de las personas, sino para restaurar las pérdidas millonarias de los que se dedicaron a los negocios y a la especulación. Estos son los valores que está trasmitiendo a la ciudadanía esta derecha anclada en la depresión social y democrática.

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