viernes, 28 de octubre de 2016

Una decisión responsable

El tiempo siempre pone las cosas en su sitio y estoy convencida de que, al final, la mayoría de la ciudadanía sabrá entender la decisión del PSOE para dotar de gobernabilidad a este país y evitar unas terceras elecciones. Abstenerse en segunda vuelta en la investidura de este sábado es un acto de responsabilidad para poner en marcha iniciativas que resuelvan problemas de la gente y poder aplicar algunas ya aprobadas y que no se pueden realizar sin gobierno.

Aunque ha habido mucho ruido interesado sobre la posibilidad de que el PSOE liderara un gobierno alternativo, esa posibilidad nunca fue real. El propio PP fomentó esa idea, para descargar a Rajoy de la responsabilidad de intentar formar un gobierno, pero lo cierto es que el PSOE no ha estado en condiciones de liderar ninguna alternativa, desde el mismo momento en que Ciudadanos y Podemos decidieron vetarse mutuamente. La otra opción numérica, la del pentapartito con Podemos, el PNV y los independentistas catalanes, no es que no fuera viable: era, simplemente, una opción disparatada.

Así las cosas, las alternativas reales sólo eran dos: podíamos decidir abstenernos en la investidura de Rajoy en segunda vuelta o embarcarnos en unas terceras elecciones. Y, sinceramente, no creo que el país se mereciera esto último. No se le puede pedir a la ciudadanía que vuelva a pagar un proceso electoral, ni se le puede dar a entender que no está votando bien. Ya ha habido dos elecciones, el resultado ha quedado claro y con esos mimbres tendremos que trabajar.

En cualquier caso, el hecho de que Rajoy vaya a ser investido presidente no quiere decir que vaya a tener el camino despejado. Abstenerse no es apoyar. Muy al contrario, los socialistas vamos a seguir defendiendo los mismos valores de siempre –la libertad, la igualdad y la justicia social– y, desde la oposición, vamos a emplearnos a fondo para ponerle límites al Gobierno. Afortunadamente, al PP se le acabaron los tiempos de la mayoría absoluta.

En definitiva, creo que hemos tomado una decisión responsable. Desde el partido morado seguro que seguirán intentando sacar tajada, repitiendo aquello de que todos somos iguales, aunque sus críticas hayan perdido toda la legitimidad desde el momento en que decidieron alinearse con el PP para impedir que Pedro Sánchez fuera presidente. Lo tuvieron fácil, sólo tenían que abstenerse, pero prefirieron votar igual que el PP.

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