viernes, 5 de febrero de 2016

Empleo con derechos

La reducción del número de parados de la provincia de Almería que se ha producido en los últimos meses –a tenor de la Encuesta de Población Activa (EPA) referente al último trimestre de 2015 y a los datos ofrecidos por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) sobre el mes de enero– es, qué duda cabe, una buena noticia para una de las provincias que ha padecido con mayor crudeza el problema del desempleo en los últimos años. Es importante señalar que esta recuperación del empleo, además, no se ha producido sólo en la provincia de Almería, sino que ha llegado también al cómputo global del mercado laboral español, gracias, entre otras cosas, a que Andalucía ha liderado la reducción del paro en 2015, aportando un tercio del descenso en el número de parados de toda España.

Son, como digo, muy buenas noticias, pero hemos de tener cuidado de no lanzar las campanas al vuelo, porque esa reducción del desempleo está muy lejos de significar que el mercado de trabajo ha recuperado la buena salud. Esa deseada recuperación sólo se producirá cuando se ponga punto final a la precariedad y vuelvan a recuperarse los derechos que han perdido los trabajadores en los últimos cuatro años, merced a la Reforma Laboral que aprobó el PP nada más llegar a La Moncloa. Durante este pasado mes de enero, por aportar un dato, el 95% de los contratos que se firmaron en la provincia de Almería fueron temporales. Esto significa que la espada de Damocles de la temporalidad sigue estando muy presente, lo que no facilita que los trabajadores tengan unas condiciones dignas de trabajo, sino a veces todo lo contrario.

Tampoco hay que olvidar la situación en la que se encuentran los trabajadores que cayeron en el pozo del desempleo y todavía no han conseguido salir de él. El dato que tenemos en nuestra provincia es dramático: de las 68.500 personas en paro registradas, casi la mitad no reciben ninguna prestación por desempleo, lo que significa que más de 32.000 familias están viviendo una situación tremendamente complicada.

Por tanto, no podemos dormirnos en los laureles ni confiarnos en que la recuperación llegará por sí sola. El nuevo Gobierno de España tendrá que trabajar por que volvamos a tener empleo con derechos, y la fórmula pasa por derogar la Reforma Laboral, aprobar un nuevo Estatuto de los Trabajadores y ampliar la protección de los desempleados.

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