El papel de los ayuntamientos

La destrucción programada del Estado de Bienestar por parte del PP y el castigo despiadado al que ha sometido a los ciudadanos, haciéndolos paganos de una crisis que ellos no habían provocado, no sólo ha durado los cuatro años de Gobierno que le correspondían a Mariano Rajoy, sino que va camino de alargarse hasta el último día en que los populares permanezcan instalados en La Moncloa, aunque sea en funciones. Así lo demuestra que el Gobierno haya exigido recientemente a los ayuntamientos la devolución de parte del dinero que han recibido en los últimos años en concepto de financiación de las entidades locales, por haberse equivocado en las cuentas. Este error en los cálculos del Gobierno va a suponer que los ayuntamientos de la provincia de Almería tengan que devolverle al Estado más de 4 millones de euros, una cifra que se eleva hasta los 8 millones si se le añade la deuda que el Gobierno le reclama a la Diputación.

Pedirles a los ayuntamientos de una provincia como la nuestra que devuelvan, de la noche a la mañana, 4 millones de euros supone un abuso y una injusticia, máxime cuando la administración a la que se está poniendo en verdaderos apuros tiene tantísimas competencias en la prestación de servicios básicos, como el alumbrado, la basura o la extinción de incendios, y, lo más importante, en la prestación de servicios sociales.

Por si el daño que provocó a los ayuntamientos la Reforma Local no hubiera sido suficiente por si la obligación de que firmaran préstamos con intereses abusivos no los hubiera dejado ya en serias dificultades por si todo el daño que han recibido los ayuntamientos en los cuatro años del PP no hubiera bastado de largo, el Gobierno de Rajoy les reclama ahora este dinero.

Y lo peor de todo, como digo, no es que los ayuntamientos no sepan cómo van a poder hacer frente a esta reclamación de un dinero que ya no tienen, porque se lo gastaron, pongamos por caso, en el año 2013. Lo peor es que no va a haber otra manera de obtener ese dinero que recortando los servicios que los ayuntamientos les prestan a los ciudadanos y que son vitales para el bienestar social. Afortunadamente este Gobierno tiene los días contados y aún podemos confiar en que los que vengan después arreglen también este desaguisado, como habrán de arreglar los otros tantos que ha cometido el Partido Popular en sus cuatro gloriosos años.