A la espera de que en los próximos días arranque el curso universitario, a estas alturas del mes han sido más de 157.000 los alumnos almerienses que han vuelto a las aulas. La inmensa mayoría de ellos, el 96%, están cursando sus estudios en centros sostenidos con fondos públicos, lo que da una idea de la repercusión que tienen en las familias las políticas educativas que se aplican en los territorios.
Por si había alguna duda de cuál es el ideario de la derecha en materia educativa, éste ha quedado a la vista de todos en los últimos cuatro años, en los que Rajoy ha metido la tijera sin ningún complejo en la financiación de programas y servicios que son fundamentales para ayudar a las familias y garantizar el acceso de todos los niños y niñas a la educación. Entre los servicios a los que el PP les ha recortado la financiación o se la ha retirado por completo están, por ejemplo, los libros de texto, el transporte escolar o los programas de refuerzo educativo.
Afortunadamente, en nuestra tierra la Junta de Andalucía ha actuado como un muro de contención de estos recortes y durante estos años ha seguido financiando a pulmón estos servicios. El esfuerzo está siendo inmenso. Sin ir más lejos, este curso, se van a destinar casi 92 millones de euros a la renovación de todos los libros de Educación Primaria y la reposición de los de ESO y FP Básica. También se mantendrán el transporte escolar gratuito y los programas de refuerzo educativo gratuitos en horario extraescolar, además del aula matinal y el servicio de comedor, que la mayoría de las familias tienen bonificado. Gracias a este ingente esfuerzo de la Junta, cada familia almeriense se está ahorrando un buen ‘pico’ en este inicio de curso: más de 2.000 euros de media.
En Andalucía, la prioridad la tenemos clara: ningún alumno se va a quedar sin poder estudiar por falta de recursos. Por eso la Junta ha decidido mantener la Beca 6000, la Beca Segunda Oportunidad o la Beca Adriano para el alumnado de Bachillerato y FP, al que la reforma del Ministerio de Educación dejó sin ayudas aunque hubieran aprobado el curso.
Los socialistas andaluces estamos haciendo un sobreesfuerzo para ayudar a las familias en tiempos difíciles. Por el contrario, la derecha está demostrando por la vía de los hechos que prefiere abandonar a cada uno a su suerte, aunque los perjudicados sean los niños.
Por si había alguna duda de cuál es el ideario de la derecha en materia educativa, éste ha quedado a la vista de todos en los últimos cuatro años, en los que Rajoy ha metido la tijera sin ningún complejo en la financiación de programas y servicios que son fundamentales para ayudar a las familias y garantizar el acceso de todos los niños y niñas a la educación. Entre los servicios a los que el PP les ha recortado la financiación o se la ha retirado por completo están, por ejemplo, los libros de texto, el transporte escolar o los programas de refuerzo educativo.
Afortunadamente, en nuestra tierra la Junta de Andalucía ha actuado como un muro de contención de estos recortes y durante estos años ha seguido financiando a pulmón estos servicios. El esfuerzo está siendo inmenso. Sin ir más lejos, este curso, se van a destinar casi 92 millones de euros a la renovación de todos los libros de Educación Primaria y la reposición de los de ESO y FP Básica. También se mantendrán el transporte escolar gratuito y los programas de refuerzo educativo gratuitos en horario extraescolar, además del aula matinal y el servicio de comedor, que la mayoría de las familias tienen bonificado. Gracias a este ingente esfuerzo de la Junta, cada familia almeriense se está ahorrando un buen ‘pico’ en este inicio de curso: más de 2.000 euros de media.
En Andalucía, la prioridad la tenemos clara: ningún alumno se va a quedar sin poder estudiar por falta de recursos. Por eso la Junta ha decidido mantener la Beca 6000, la Beca Segunda Oportunidad o la Beca Adriano para el alumnado de Bachillerato y FP, al que la reforma del Ministerio de Educación dejó sin ayudas aunque hubieran aprobado el curso.
Los socialistas andaluces estamos haciendo un sobreesfuerzo para ayudar a las familias en tiempos difíciles. Por el contrario, la derecha está demostrando por la vía de los hechos que prefiere abandonar a cada uno a su suerte, aunque los perjudicados sean los niños.
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