Cero a la derecha

El ministro de Educación, José Ignacio Wert, está que no para, desafortunadamente para muchos. Se ve que le ha cogido el gusto a eso de ser el cero a la derecha en el PP y no hay día en el que no siga alimentando con sus declaraciones desafortunadas y desmedidas su espiral de confrontación y de provocación hacia la comunidad educativa.

Resulta ahora que para el ministro de Rajoy las protestas contra sus injustas decisiones en el ámbito educativo son “una fiesta de cumpleaños” y que los profesores, alumnos, padres y madres siguen sin querer ver que son, francamente, unos ignorantes que no alcanzan a comprender las bondades del hundimiento del modelo al que él nos conduce.

Tan solo se ha quedado el PP en su postura de privatizar la educación, desmantelando las escuelas y universidades públicas y privando de becas a quienes las merecen, que el acto de apertura del curso universitario en Zaragoza al que iba a asistir el ministro junto al Príncipe se ha tenido que suspender ante el temor a que se produzcan incidentes.

Eso solamente puede suceder cuando el diálogo no existe, cuando el ‘ordeno y mando’ al que está acostumbrado el PP se impone a una ciudadanía cada vez más cansada de recibir órdenes sin sentido y sin ser tenidos en cuenta. La misma actitud, a ver si va a ser el PP el que no se entera de las cosas, que ha llevado al inicio esta semana de una huelga educativa en Baleares, con concentraciones de más de 4.000 personas para arrancar.

Sobran motivos para el enfado. Las propias cifras del PP apuntan a que 10.000 universitarios en España se quedarán sin beca por no alcanzar el 5,5 que les piden para acceder a sus estudios superiores –y eso cuando el 61% de los grados se puede estudiar con menos de esa nota-. Otros 10.000, que la derecha oculta, la perderán por no aprobar las asignaturas necesarias para mantenerla –que aumentan considerablemente-. Para maquillar la realidad, hasta 36.000 más seguirán apareciendo como becarios al no pagar matrícula pero sin disfrutar de una ayuda económica complementaria.

Y los que más cuantía reciben, aquellos que menos recursos económicos tienen entre los que ya tienen pocos, serán sacrificados si no sacan un 6,5 para empezar y luego lo mantienen. Esto no es excelencia, señor Wert, es el camino a una mala educación.