Iguales pese el PP

Erradicar la violencia machista es posible. Bajo esa premisa los socialistas almerienses organizamos un acto, al que les invito desde aquí, a las seis de esta tarde en la sala Unicaja del Paseo, en el que contaremos con la presencia un gran experto en la materia, Miguel Lorente.

Es responsabilidad de todos, y así lo conmemoramos cada 25 de noviembre a través de acciones como la que les comento, contribuir al final de la mayor de las desigualdades que sufre la mujer: La violencia sobre ella. Pero eso no debe hacernos olvidar que la lucha por la igualdad real tiene otros frentes abiertos, y muy importantes, que las políticas del Partido Popular dejan completamente de lado, en el mejor de los casos, o los convierte en brechas de difícil recuperación.

Muy cerca en el tiempo están el 25-N y el 20-N, fecha en la que se han cumplido dos años de Gobierno del PP, y eso me ha llevado a reflexionar sobre cómo nos encontramos nosotras desde que nuestro destino lo dirigen hombres como Rajoy y Gallardón.

Las conclusiones son dramáticas. En estos 24 meses nos hemos encontrado con un Gobierno que, además de reducir el presupuesto para combatir la violencia de género, viene trabajando sistemáticamente contra los derechos de las mujeres en lugar de aliarse con ellas teniendo claro que la salud de una sociedad se mide por el estado de bienestar y de derechos alcanzado por la parte femenina que la compone.

La reforma laboral del Partido Popular ha llevado a un máximo histórico el paro femenino, con casi 3 millones desempleadas, y ha situado a muchas otras en la disyuntiva de decidir entre trabajo y familia al dejar en manos de las empresas aspectos como la organización de la jornada laboral.

Como si esas dificultades fueran pocas, somos nosotras las que estamos sufriendo especialmente sus recortes en la Ley de Dependencia –ya que nos encargamos mayoritariamente de cuidar de los nuestros- o las que más padecemos su falta de apoyo a la educación infantil –puesto que seguimos siendo el pilar básico de la crianza de los menores-.

Aunque, sin duda, el colmo de la involución a la que nos arrastra la derecha de este país pasa por tratar de privarnos sobre nuestra elección a decidir sobre nuestra vida y nuestro embarazo. Muchos pasos atrás, claro que sí, pero que convertiremos en zancadas hacia adelante cuando volvamos a gobernar los socialistas desde nuestro compromiso con la igualdad.