Sobran sueldos, no concejales

En un tiempo en el que la sociedad reclama más que nunca una mayor participación en las decisiones adoptadas desde la política, resulta más que sorprendente –si es que del PP aún nos puede sorprender en algo- que la derecha de este país quiera llevarnos a retroceder en esta justa exigencia. Por eso, precisamente, es el momento de explicar al conjunto de la ciudadanía, que la reforma de la Administración Local y de la Ley Electoral que plantea Rajoy, lejos de pretender mejorar la eficacia de las administraciones, lo que viene es a cargarse la representatividad que los votantes conceden en las urnas a los partidos a base de demagogia barata.

Junto a las personas

De nada sirve repetir, una y otra vez, la cantinela de la crisis económica feroz que estamos sufriendo si desde las instituciones y los partidos políticos no somos capaces de dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía. Frente a los que se escudan en la crisis como excusa para recortar derechos, los socialistas estamos empeñados en demostrar que la ideología y la clase política están para dar soluciones y nunca para convertirse en el problema. Por ello, estar junto a las personas, articulando medidas de apoyo es la prioridad de la que les aseguro que nadie nos moverá a pesar de la estrategia de distracción a la que, día tras día, desde el PP quieren someternos para tapar su incompetencia manifiesta.

365 oportunidades

Empezamos 2013. Y lo hacemos con 365 días por delante que desde el PSOE vamos a convertir en 365 oportunidades de avanzar y de mejorar, además de reivindicar lo que corresponde a los habitantes de esta provincia, de esta comunidad y de este país que tanto han luchado por un Estado del Bienestar que los conservadores comienzan a negarles.

Cuestión de dignidad

El año ha comenzado con una noticia demoledora. En la provincia de Almería tenemos ya casi 30.000 personas que no tienen empleo y, lo que es peor, que no tienen derecho a percibir ninguna prestación. Una cifra absolutamente espeluznante, que da una idea de la magnitud de la crisis que estamos viviendo.

Solidarios por principios

La solidaridad es una palabra manida cuando llega la Navidad. Aunque, sin lugar a dudas, son loables las campañas que diversos colectivos ponen en marcha para tratar de ayudar a quienes lo necesitan cuando llega el mes de diciembre, para los socialistas la solidaridad es la manera de entender la política durante todo el año. Ser solidario significa, en su acepción más conocida, estar adherido a o asociado a la causa, empresa u opinión de alguien. Los principios socialistas son, por lo tanto, principios solidarios ya que se sustentan en la defensa de los derechos de los ciudadanos, especialmente en momentos tan difíciles como los que estamos viviendo.

El PP no tiene enmienda

Los andaluces ya tenemos Presupuestos para 2013. Ayer se aprobaron en el Parlamento andaluz las cuentas con las que desde el Gobierno andaluz se va a tratar de proteger a la ciudadanía de los abusos y recortes de Rajoy y sus ministros. Son tiempos difíciles y precisamente por eso los socialistas hemos realizado un esfuerzo importante para, con menos recursos, poder atender las necesidades más urgentes de los almerienses y de los andaluces. Nuestra actitud de responsabilidad a la hora de defender unas inversiones en las que las políticas sociales y para la creación de empleo son prioritarias ha contrastado con la de los parlamentarios del PP que, en un claro afán de justificarse ante su partido, se han puesto a presentar enmiendas sin pies ni cabeza en muchos casos.

La picadora Wert

El título de esta columna no hace referencia, aunque pudiera parecerlo, a ningún artículo de regalo para estas navidades, sino más bien todo lo contrario. La picadora Wert, a mi modo de ver, describe a la perfección lo que significa la reforma educativa que prepara el Gobierno de Rajoy, la reforma que impone un modelo ideológico de segregación entre ricos y pobres; entre niños y niñas y entre alumnos y alumnas sobresalientes y los menos brillantes. Es preciso dejar claro que nada de lo que pretende hacer o deshacer el ministro de la picadora tiene que ver con la crisis, sino con un ideario ultraconservador que rescata de las catacumbas la escuela de la España más negra.