sábado, 2 de febrero de 2013

El gol por la escuadra


El Gobierno del PP nos quiere meter un gol por la escuadra en educación. Son tantos, tan duros y tan continuos los anuncios de recortes, que la reforma educativa que plantea implantar este Gobierno está pasando desapercibida, pese a su gravedad, para millones de españoles y andaluces preocupados en conseguir empleo o agobiados por no llegar a fin de mes como consecuencia del copago de medicamentos y servicios sanitarios o tratando de organizarse para atender a familiares que ya no van a ser atendidos con la Ley de Dependencia aunque tuvieran derecho….


Ante este panorama, los socialistas estamos empeñados en explicar que la educación va a ser especialmente dañada por, en este caso, la tijera ideológica del PP. Una mención especial en ese trabajo merece Araceli Castillo, la maestra de Córdoba recientemente fallecida que ostentaba el cargo de secretaria de Educación del PSOE de Andalucía, quien hasta el final estuvo dando a conocer las pretensiones de Wert, y Juventudes Socialistas de Andalucía , que están recogiendo firmas por la comunidad con la intención de parar esta reforma educativa.

Necesitamos más PISA y menos Génova en materia educativa. Necesitamos una rectificación ante las medidas adoptadas en esta propuesta, que el PP se niega a negociar, cuyas medidas solamente llevan a romper la igualdad de oportunidades, debilitar la enseñanza pública y regresar al pasado. El sector más conservador del Partido Popular, la Conferencia Episcopal y la enseñanza privada han ideado un plan por el que someter a reválidas puras y duras a los estudiantes, que tendrán que superar si quieren seguir adelante, en una desautorización clara al criterio del profesorado y llevando a cabo una criba en la que aquellos que tengan más posibilidades para prepararse estas pruebas externas serán recompensados y el resto expulsados del sistema –así no aparecerán en las estadísticas de fracaso escolar-. Sin financiación para programas de apoyo –excepto Andalucía, que los mantendrá con sus medios-, los centros se convertirán en academias de preparación de reválidas que dejen de lado una formación integral. Esa formación en la que se enseña que niños y niñas son iguales frente a la apuesta, también en la norma, de fomentar colegios e institutos que segregan por sexos y en los que se estudie más religión que, seguro, destacarán en el ranking previsto para medir la calidad de los centros con el que el PP únicamente seguirá respaldando los intereses de la educación privada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario