viernes, 8 de junio de 2012

La ciudadanía no lo entiende ¿cómo lo va a entender?


Los casi cuatro billones de las antiguas pesetas que el Gobierno del PP quiere destinar a la nacionalización de Bankia no pueden ser percibidos por la ciudadanía más que como una burla, tras los recortes del Ejecutivo de Rajoy a multitud de inversiones, servicios públicos y derechos.

Algunas de estas actuaciones del PP al frente del Gobierno han supuesto la congelación del Salario Mínimo Interprofesional; la eliminación de incentivos a empresas de energías renovables y de ayudas a la emancipación para jóvenes; la paralización de la extensión de la Ley de Dependencia; la subida del IRPF, el IBI, la luz, el gas y la gasolina. El Gobierno ha reducido en más del 57% en los Presupuestos Generales de la inversión en políticas activas de empleo; por Decreto Ley ha aprobado la ampliación de la jornada del personal docente y el aumento de hasta el 20% del número de alumnos en por aula en primaria y secundaria, además de reducir el presupuesto de educación y para becas. La reforma del sistema sanitario contempla, así mismo, el ‘repago’ de medicamentos, productos sanitarios, prótesis, sillas de rueda, muletas y transporte sanitario no urgente, entre otros.

¿Cuántas de estas mermas a los servicios que el Estado presta y a los derechos sociales y ciudadanos se podrían frenar con los 23.000 millones de la nacionalización de Bankia? El Presupuesto de la Junta de Andalucía de 2012 es de 32.020 millones, lo que puede servir para hacerse una idea, atendiendo a la cantidad de servicios que prestan la administración autonómica durante todo un año.

Son las ironías de las reformas “ideológicas” que está aplicando el PP frente al trato que le presta a los poderosos. PSOE apoyó, en principio, la nacionalización parcial de Bankia, cuando la entidad pidió que el Estado adquiriese como capital 4.500 millones de euros, porque son miles los españoles que tienen sus ahorros en esa entidad. Sin embargo, en poco tiempo, en semanas, esa cantidad se elevó hasta los 23.000 millones de euros, y eso es tal barbaridad de recursos públicos que el PSOE no puede apoyarlo, sin las garantías y las explicaciones necesarias, porque se trata del dinero de todos los españoles.

De otro lado, nos alegra que Rajoy defienda ahora los eurobonos para la consolidación fiscal de Europa, frenando la especulación financiera, pero el problema con Bankia es ya irreversible y necesita una solución con urgencia. Tiene que quedar garantizado que la inversión pública en Bankia sea lo más ajustada posible pero, a la vez, resulta fundamental que el Gobierno acepte abrir una Comisión de investigación, tal y como hemos solicitado los socialistas, para conocer con luz y taquígrafos todo lo que ha pasado y dejar que la justicia actúe, tal y como ya ha empezado a hacer la Fiscalía Anticorrupción.

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